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Nefrolitotomía percutánea

Autor: Dr Gilberto E. Chéchile Toniolo. INSTITUTO MEDICO TECNOLOGICO. PROSTATE INSTITUTE. BARCELONA

Información General Nefrolitotomía Percutánea

La nefrolitotomía percutánea tiene unas indicaciones muy precisas, sustituyendo a la cirugía abierta clásica en el caso de litiasis de las vías urinarias altas.

Mediante este procedimiento se pretende la eliminación total o parcial de los cálculos del riñón enfermo, así como la desaparición de los síntomas y la prevención de las posibles complicaciones producidas por los cálculos.

El tipo de anestesia requerida será indicada por el anestesiólogo. Es posible que, durante o después de la intervención se requiera la utilización de sangre y/o hemoderivados.

También es necesario que advierta de posibles alergias medicamentosas, alteraciones de la coagulación, enfermedades cardiopulmonares, existencia de prótesis, marcapasos, medicaciones actuales o cualquier otra circunstancia.

¿Cómo se realiza la nefrolitotomía percutánea?

Se trata de la extracción de los cálculos renales mediante un nefroscopio (tubo metálico) que se introduce en el riñón a través de un pequeño orificio en la piel de la región lumbar.

La mayoría de los procedimientos se realizan con anestesia general. La posición del paciente en la que se realiza la intervención puede ser en decúbito prono (boca abajo) o decúbito supino (boca arriba) y dependerá de las características del paciente, del riñón y de la litiasis. La cirugía comienza con la colocación de un catéter en el uréter del riñón afectado a través de un cistoscopio. Se introduce líquido de contraste a través del catéter para planificar el sitio de la punción en la espalda. Se puede dejar una guía metálica de seguridad en el uréter y/o un catéter balón para evitar que los fragmentos de cálculos se desplazan al uréter. Para ayudar a realizar la punción en el riñón (generalmente en el cáliz inferior) con una aguja 18G se puede utilizar ecografía o radiología dependiendo de la preferencia del cirujano. Tras la punción del riñón se deja una guía metálica y se procede a dilatar el trayecto con dilatadores hasta conseguir el calibre deseado para introducir el nefroscopio a través del cual se realizar la litotricia. Al finalizar el procedimiento de deja un catéter JJ entre el riñón y la vejiga y un tubo de drenaje del riñón que sale por el orificio creado (nefrostomía) y que se mantiene unos 2-3 días. El catéter ureteral se retira en 2-3 semanas.   

Para la total eliminación de los cálculos o si persisten fragmentos que no se hayan podido extraer, en algunos pacientes puede ser necesario posteriormente realizar litotricia externa por ondas de choque. También cabe la posibilidad de que durante la cirugía haya que realizar modificaciones del procedimiento por hallazgos intra operatorios para proporcionar un tratamiento más adecuado (cirugía abierta).  

¿Cómo se destruyen los cálculos?

Existen dos técnicas para desintegrar los cálculos, uno es el LITOTRITOR (ultrasónico o neumático) y el otro es el LASER (Holmium o thullium). Con el láser se consigue pulverizar el cálculo por lo que es mucho más fácil la eliminación del mismo como polvo. El litotritor fragmenta el cálculo en varios trozos por lo que se requiere retirar esos fragmentos con pinzas metálicas. 

¿En qué casos está indicada la nefrolitotomía percutánea?

Es una técnica reservada solamente para cálculos renales de gran tamaño como son:

  1. Cálculos coraliformes que ocupan todos o casi todos los cálices y la pelvis del riñón.
  2. Cálculos mayores de 2 cm ubicados en la pelvis renal.
  3. Cálculos múltiples en cálices y pelvis renal.
  4. Calcificación de catéter doble J que impida su extracción.  
  5. Cuando han fracasado otros tratamientos.

Riesgos

Siempre existen riesgos al practicar la cirugía. Usted podría tener una infección o sangrar más de lo usual. Si sangra excesivamente, usted podría necesitar una transfusión de sangre. También podría tener dificultad para respirar o formar coágulos de sangre. Algunos órganos, como el hígado, pulmones o bazo, podrían resultar lesionados durante la cirugía. Podrían formarse adherencias (cicatrices) en el sitio donde estaba el cálculo. Es posible que los médicos no puedan remover su cálculo renal o usted pueda necesitar más cirugías.