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Hiperplasia benigna de próstata

Autor: Dr Gilberto E. Chéchile Toniolo. INSTITUTO MEDICO TECNOLOGICO. PROSTATE INSTITUTE. BARCELONA

¿Qué es la próstata?

La próstata es una glándula del tamaño de una nuez en condiciones normales y que forma parte del sistema reproductor masculino. Se localiza por debajo de la vejiga y por delante del recto y rodea la uretra (conducto por el que la orina sale al exterior). Actualmente no se conocen todas las funciones de esta glándula, pero sí se sabe que el líquido producido por ella y que se vuelca durante la eyaculación sirve como nutriente para los espermatozoides y ayuda a disminuir la acidez de la vagina.

Crecimiento de la próstata

El tamaño de la próstata aumenta al aumentar la edad del hombre y a este aumento de tamaño se le conoce como Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP).

La próstata tiene dos períodos de crecimiento. El primero ocurre durante la pubertad temprana, momento en que la glándula dobla su tamaño. Posteriormente, alrededor de los 25 años de edad la próstata comienza a crecer nuevamente. Como consecuencia de este segundo crecimiento, y varios años más tarde es que se produce la Hiperplasia Benigna de Próstata. Aunque la próstata continua su crecimiento durante casi toda la vida del varón, el agrandamiento no produce problemas hasta después de los 60-70 años. La HBP raramente produce síntomas antes de los 40 años. Sin embargo, más de la mitad de los varones a los 60 años y cerca del 90% de los varones entre los 70 y 80 años presentarán problemas al orinar.

El crecimiento de la próstata produce la compresión de la uretra que pasa por su interior por lo que el chorro de la orina se vuelve cada vez más fino y sin fuerza. Al continuar la obstrucción, comienza a sufrir la vejiga que se vuelve sensible a cantidades pequeñas de orina por lo que el paciente orina a menudo y una muy pequeña cantidad. Si la obstrucción persiste, la vejiga se vuelve incapaz de vaciarse completamente y la orina comienza a acumularse (residuo post miccional), por lo que el paciente tiene la sensación de no haber vaciado completamente su vejiga. El agrandamiento de la próstata es un elemento normal en el envejecimiento como son las canas en el pelo. Como la expectativa de vida aumenta, lo mismo sucede con la HBP. Esta enfermedad es más frecuente en los países occidentales que en los orientales, lo que se atribuye a la dieta con mayor contenido en grasa en occidente. Además, es más frecuente en varones casados que en solteros.

¿Por qué se produce la Hiperplasia Benigna de Próstata?

Todavía no se conoce con exactitud cuál es el mecanismo por el que aumenta el tamaño de la próstata. Lo que sí se sabe, es que el crecimiento no se produce si al individuo se le han extirpado los testículos en la infancia. Como el testículo produce la hormona masculina (testosterona) se presume que esta hormona es de gran importancia para el crecimiento de la próstata. Durante el crecimiento de la próstata, se observa el incremento tanto de sus glándulas (parénquima) como del tejido de soporte (estroma). De ahí que el crecimiento se denomina hiperplasia glandular y fibromuscular de próstata.

Síntomas de la Hiperplasia Benigna de Próstata

Los síntomas están dados por la obstrucción de la uretra y por la pérdida gradual de la función de la vejiga, lo que resulta en el vaciado incompleto de la vejiga. Los síntomas son muy variados, pero generalmente se relacionan con problemas durante la micción como son:

· Chorro fino, débil y entrecortado.
· Urgencia para orinar y escape de orina.
· Micción frecuente especialmente durante la noche.

El tamaño de la próstata no siempre determina la severidad de la obstrucción o de los síntomas. Muchos hombres con próstata grande tienen pocos síntomas de obstrucción, mientras que otros, con próstatas más pequeñas tienen más dificultad durante la micción y presentan mayor obstrucción.

Como la aparición de los síntomas es progresiva a lo largo de la vida del hombre, este se va acostumbrando a su forma de orinar, aunque lo haga con dificultad, por lo que en ocasiones se encuentra que bruscamente no puede orinar (retención aguda de orina) debiéndose colocar una sonda en la vejiga para vaciarla. Esto muchas veces es desencadenado por viajes largos sin detenerse para orinar, alcohol, temperaturas frías de invierno o por algunos medicamentos como los antialérgicos. Estos medicamentos contienen sustancias descongestionantes llamados simpaticomiméticos que como efecto secundario producen dificultad para que se abra el cuello de la vejiga por lo que se acumula la orina.

Los problemas para orinar relatados anteriormente son producidos por el crecimiento de la próstata en 8 de cada 10 pacientes, sin embargo, también pueden ser producidos por otras enfermedades más graves que su urólogo tendrá que diagnosticar y tratar como por ejemplo el cáncer de próstata que en ocasiones se manifiesta por síntomas similares a los de la Hiperplasia Benigna de Próstata.

¿Cómo se diagnostica la HBP?

El primer examen que realizará el urólogo es un tacto rectal con lo que se obtiene una idea general sobre el tamaño y otras características de la próstata (nódulos, zonas duras, etc). Otro examen que solicitará el médico es la determinación de una sustancia en sangre llamada PSA. El PSA es específico de próstata, esto quiere decir que no se produce en ningún otro órgano. Cuando está elevado quiere decir que hay algún problema en la próstata. Este problema puede ser maligno o benigno. La HBP eleva el PSA. Su médico puede solicitar además la realización de una ecografía renal (para saber si hay algún problema en el riñón) y una ecografía de la vejiga y de la próstata. Además, se puede realizar una flujometría con lo cual el médico tiene una idea de cómo es la fuerza del chorro de orina.

¿Cómo se trata la HBP?

La mayoría de los hombres que tengan HBP y que les produzca síntomas, necesitarán un tratamiento que puede ser con medicamentos o con cirugía.

Tratamiento médico de la HBP

Los medicamentos son de dos tipos:

1) Los que sirven para relajar el músculo liso que se encuentra en la próstata o en el cuello de la vejiga. Esta familia es la de los alfa bloqueantes y existen varias sustancias activas (Alfuzocina, Terazocina, Tamsulosina y Silodisina). En los últimos años la utilización de alfa bloqueantes se ha centrado en la Tamsulosina y en la Silodisina ya que su acción es específica en el músculo liso del cuello de la vejiga y alrededor de la próstata. El efecto de estos fármacos se observa desde los primeros días de iniciado el tratamiento.

2) Los que reducen el tamaño de la próstata. En el mercado existen dos medicamentos con este efecto (Finasteride y Dutasteride). El máximo efecto se produce a los 6 meses de iniciado el tratamiento y consisten en la reducción del tamaño de la próstata entre 25% y 30%.

Tratamiento quirúrgico de la HBP

Hasta el año 2000 solamente existían dos tratamientos para la HBP, uno que se realizaba a través de la uretra (sin realizar una incisión) llamado resección transuretral (RTU) y otro con cirugía abierta (incisión en el abdomen llamado adenomectomía suprapúbica o retropúbica. La decisión sobre la técnica a realizar estaba determinada por el tamaño de la próstata. Si la glándula era menor de 70 a 80 gramos se realizaba la operación a través de la uretra (RTU) y si la próstata eras muy grande se debía realizar la cirugía abierta.

En los últimos años se han producido importantes adelantos en el tratamiento quirúrgico de la HBP. El de mayor magnitud fue la introducción del láser que ha experimentado progresivas mejoras técnicas hasta el momento actual disponiendo en el mercado de dos tipos, el Thullium y el Holmium. Ambos láseres se aplican a través de la uretra por lo que ya no se realiza cirugía abierta para la HBP. La técnica que se utiliza depende del tamaño que tenga la próstata. En glándulas menores de 70-80 gramos se realiza la Vaporesección y en próstatas de tamaño superior se utiliza la Enucleación. Como efecto secundario de estos tratamientos se produce eyaculación retrógrada también llamado orgasmo seco.  El semen no sale al exterior en el momento del acto sexual, sino que pasa a la vejiga y sale posteriormente con la orina.

Este efecto secundario puede afectar la calidad de vida sobre todo en varones jóvenes que requieren tratamiento quirúrgico por lo que se han desarrollado tratamientos que reducen en un porcentaje elevado de casos la incidencia de la eyaculación retrógrada. Estos tratamientos son el Rezum, Urolift y Aquabeam.