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Tratamiento de la incontinencia urinaria post cirugía prostática

Autor: Dr. Fernando Rodríguez Escovar. INSTITUTO MEDICO TECNOLOGICO. PROSTATE INSTITUTE. BARCELONA

La incontinencia urinaria tras una prostatectomía radical por patología maligna es una complicación bien conocida y temida debido al impacto tan importante que tiene sobre la calidad de vida de los pacientes.

Los factores de riesgo de incontinencia posterior a la prostatectomía radical son: la edad del paciente en el momento de la cirugía, estadio de la enfermedad, técnica quirúrgica, la experiencia del cirujano, radioterapia previa o antecedentes de resección transuretral de próstata.

Evaluación de la incontinencia urinaria

La importancia o gravedad de la incontinencia post-prostatectomía  se puede determinar por su impacto sobre la calidad de vida del paciente y las posibilidades terapéuticas que  se le puedan ofrecer.
La mayoría de los urólogos están de acuerdo con que se necesita un periodo de seguimiento postoperatorio de por lo menos 12 meses antes de determinar el grado final de incontinencia.
La evaluación del paciente comienza con una anamnesis completa y detallada. Aspectos importantes sin una descripción del tipo y la severidad de la incontinencia, así como sus desencadenantes. La severidad puede determinarse por la cantidad de episodios por día, la necesidad y cantidad de protección y el impacto de la incontinencia sobre su calidad de vida. También se debe valorar la existencia de otros síntomas miccionales como la urgencia, el aumento de la frecuencia o disminución del flujo urinario.

Estudio Urodinámico

El estudio Urodinámico es la única manera de realizar un diagnóstico preciso de la etiología de la incontinencia. Esta prueba es importante no solo para determinar la causa de la incontinencia sino también para valorar el tipo de tratamiento a efectuar. El estudio tiene como objetivos principales el de confirmar o no la existencia de una disfunción vesical o esfinteriana y establecer si hay obstrucción durante la micción.

Tratamiento

El tratamiento de la incontinencia post-prostatectomía varía entre conservador y agresivo, y debe adaptarse al individuo en función de su causa, grado, efecto sobre la calidad de vida y expectativa frente al tratamiento. Algunos pacientes con incontinencia importante estarán satisfechos solo con cambios en su estilo de vida y no requerirán ningún tratamiento, mientras que otros con mínimos escapes pueden pedir tratamientos agresivos.

El esfínter artificial

Una variedad de dispositivos han sido diseñados con la idea de tratar la incontinencia urinaria en el varón desde mediados del siglo XVIII. Desde entonces se han fabricado elementos tanto de uso externo como de implante interno. Hoy en día el esfínter artificial es considerado como “gold standard”. Este dispositivo consiste en un sistema hidráulico con un manguito que rodea la uretra, un balón que regula la presión del sistema y una bomba de activación que se coloca en el escroto. La indicación para el implante de un esfínter artificial es la incontinencia urinaria severa.

Postoperatorio

Al día siguiente de la colocación del esfínter artificial realizara una radiografía simple de abdomen para comprobar la correcta localización de todos los elementos del sistema y su desactivación. También se recomienda una pauta antibiótica vía oral durante al menos una semana y la utilización de  suspensorio que ayude a prevenir los hematomas escrotales.
A los dos meses de la colocación del esfínter se realizara la activación del mismo y se enseñara al paciente a su correcta manipulación. Se debe repetir la radiografía simple para verificar la activación del sistema.

Complicaciones

Las complicaciones de la colocación del esfínter artificial pueden ser clasificadas en mecánicas y no mecánicas. Las no mecánicas incluyen infección, erosión y atrofia uretral, y las mecánicas podría ser el resultado del escape de la solución con la que se rellena el reservorio, los tubos conectores o mal funcionamiento de la válvula.