Cúrcuma. Condimento anticáncer y más
Autor: Gilberto E. Chéchile Toniolo – Instituto Médico Tecnológico. Prostate Institute Barcelona.
Introducción
La cúrcuma (turmeric en inglés) se extrae de las raíces (rizoma) de la Cúrcuma longa y es un miembro de la familia del jengibre. Es un polvo de color amarillo utilizado como especie en la cocina asiática, particularmente india, tailandesa y pakistaní desde hace miles de años. Es el responsable del color amarillo del curry del que constituye el 20%. Los polifenoles que contiene la cúrcuma (en especial los rizomas) son: curcumina, dimetoxicurcumina y bis-dimetoxicurcumina (son los que le confieren su característico color amarillo-naranja. Además los rizomas contienen aceites esenciales como Tumerone, Curcumene, Atlantone y Zingiberene.
Es utilizada desde hace cientos de años en la medicina ayurvédica en el tratamiento de enfermedades hepáticas y biliares, reumatismo, enfermedades inflamatorias, sinusitis y anorexia. En los últimos años se han investigado intensamente los múltiples beneficios de la cúrcuma sobre la salud. En la base de datos PubMed del National Institute of Health (NIH) (www.pubmed.org) donde hay registrados más de 20 millones de artículos publicados en revistas médicas 8000 de ellos corresponden a artículos sobre los efectos beneficiosos de la cúrcuma en enfermedades tan diversas como varios tipos de cáncer (colon, pulmón, mama, próstata, vejiga, etc.), enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer, demencia senil, etc.), diabetes, infecciones (estafilococo, salmonella, mycobacterium tuberculosis), enfermedades reumáticas, elevación del colesterol, inflamaciones crónicas y múltiples enfermedades relacionadas con el envejecimiento. También se han demostrado efectos protectores contra la quimioterapia o la radioterapia.
La curcumina (principio activo de la cúrcuma) fue descubierta hace 200 años por Vogell y Pelletier y sintetizada en laboratorio por Lampe y Milobedzka en 1913. En 1970 se reactivó la investigación sobre los efectos de la curcumina 1. En varios estudios clínicos se ha demostrado que la curcumina es segura y eficaz y la FDA de USA (Food and Drug Administration) ha aprobado la curcumina como “compuesto seguro.” La curcumina es prácticamente insoluble en agua a pH ácido o neutro pero es soluble en alcoholes y en acetona. Los poderosos curcuminoides contenidos en la cúrcuma han demostrado poderosos efectos para reducir las prostaglandinas inflamatorias, citoquinas, interquina-6 y del factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α). Además son potentes inhibidores del dolor y de las células cancerosas.
Efectos de la curcumina
Efectos antitumorales. La curcumina posee efectos quimioterápicos y quimiopreventivos sobre diversos tumores (leucemia, linfoma, melanoma, sarcoma, mama, ovario, genitourinarios, gastrointestinales, pulmón, páncreas, cabeza y cuello, cerebro). En estudios en el laboratorio y en animales se ha observado que la curcumina inhibe la carcinogénesis y la proliferación de las células tumorales. Los mecanismos de acción antitumoral de la curcumina se producen a través de la modulación de varias proteínas reguladoras (factores de transcripción, enzimas, citocinas y factores de crecimiento)2. Otro de los efectos antitumorales de la curcumina es que activa la apoptosis de las células tumorales que las conduce a una muerte programada. La activación de la apoptosis se realiza a través del gen supresor tumoral p53. La curcumina tiene la habilidad de proteger los lípidos, la hemoglobina y el ADN contra la degradación oxidativa.
Otra acción antitumoral de la curcumina es la inhibición de la ciclooxigenasa-2 (COX-2). En muchos tumores y en las enfermedades inflamatorias se observa la sobre-expresión de COX-2. Esta enzima es crucial para el crecimiento del tumor por lo que su inhibición por la curcumina es importante para frenar el crecimiento de las células tumorales. La inhibición de la COX-2 por la curcumina se produce a través de la inhibición del factor nuclear kappa-beta (NF-ĸβ). El NF-ĸβ es un factor de transcripción que actúa como regulador de varios genes que controlan la proliferación y la sobrevida celular. En condiciones normales, el NF-ĸβ se encuentra inactivado en el citoplasma de las células. En las células tumorales el NF-ĸβ es transportado al núcleo donde activa los genes que necesita el tumor para crecer y extenderse. Además la curcumina inhibe el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α) y varias interleucinas (IL 1β, IL6, IL8) que estimulan el crecimiento de los tumores.
Por otro lado, la curcumina inhibe las metaloproteinasas que son las responsables de la invasión del tumor y de la aparición de las metástasis.
Bcl-2 y Bcl-X1 son proteínas reguladas por el NF -ĸβ que impiden que las células entren en apoptosis (muerte celular programada) y que están activadas en muchos tumores. La curcumina inhibe estas proteínas por lo que las células tumorales son obligadas a entrar en apoptopsis lo que lleva a la muerte de la célula maligna.
Efectos cardioprotectores.
Estudios en laboratorio y en humanos han mostrado que la curcumina tiene efectos cardioprotectores y disminuyen el colesterol y triglicéridos en sangre. Un metanálsis publicado por Sahebkar en 2014 mostró que la utilización de curcumina se asociaba con una reducción significativa de proteína C reactiva en sangre que es un importante predictor de enfermedad cardiovascular3. En otro estudio se demostró que la curcumina es efectiva contra la arteriosclerosis y el infarto de miocardio4. La curcumina previene la oxidación del LDL colesterol, inhibe la agregación plaquetaria y reduce la aparición de infarto de miocardio. La curcumina previene la lesión del miocardio producida por el tratamiento con doxorubicina (quimioterápico).
Protección contra enfermedades de la piel.
Muchos estudios han mostrado que la curcumina es efectiva contra enfermedades de piel como dermatitis, psoriasis, esclerodermia y tumores. Cuando se administra curcumina durante el tratamiento con radioterapia de los tumores de mama se ha observado que se reduce la severidad de la dermatitis5. Se ha observado además que la curcumina acelera la cicatrización de las heridas y facilita la regeneración muscular después de traumatismos.
Propiedades antidiabéticas.
La curcumina ha mostrado su efectividad en pacientes diabéticos y en animales de experimentación ya que disminuye los niveles de glucosa y de hemoglobina glicosilada en sangre y mejora la sensibilidad a la insulina a través de sus propiedades antioxidantes6. Las ratas diabéticas tratadas con curcumina mejoran los niveles de urea y creatinina en sangre. En pacientes con diabetes, la curcumina reduce el riesgo de arteriosclerosis reduciendo la resistencia a la insulina, los triglicéridos, el ácido úrico, la grasa visceral y la grasa total7.
Protección contra enfermedades neurodegenerativas.
La curcumina tiene efectos protectores contra la enfermedad de Alzheimer y la esclerosis múltiple. Se ha observado que la curcumina detiene el daño oxidativo, la inflamación, el déficit cognitivo y la acumulación de amiloide en la enfermedad de Alzheimer8. La curcumina es efectiva contra la esclerosis múltiple a través de sus efectos antiinflamatorios y protección de los axones contra la degeneración mediada por la acumulación de oxido nítrico (efecto antioxidante)9.
Protección contra enfermedades intestinales inflamatorias (colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn).
Estos efectos se producen a través de la inhibición de los radicales libres (efectos antioxidantes) y disminución de elementos que promueven la inflamación (COX-2, TNF-α, interferon γ). Desde el punto de vista clínico se reduce la diarrea y la alteración de la arquitectura del colon10.
Propiedades antiartríticas.
La cúrcuma posee propiedades antirreumáticas y antiartríticas11. Estos efectos se producen gracias a que la cúrcuma inhibe las moléculas que favorecen la inflamación (NF-ĸβ, COX2, TNF, etc.). Además se inhiben el gen Bcl-2 que bloquea la apoptosis y estimula el gen Bax que promueve la apoptosis. La cúrcuma ejerce los mismos efectos antirreumáticos de la fenilbutazona pero es mucho mejor tolerada y no presenta efectos adversos. Por otro lado, la curcumina potencia los efectos terapéuticos del metotrexate en pacientes con artritis.
Protección contra otras enfermedades.
La curcumina inhibe el virus HIV e interfiere el proceso de la infección por el virus del dengue. Además previene las lesiones en los riñones y en el hígado producidas por quimioterapia, diabetes o lupus eritematoso. Se ha utilizado también en el tratamiento de la úlcera gástrica, fibrosis quística, lesiones cancerosas de piel, psoriasis y prostatitis crónica.
Utilización clínica de la cúrcuma.
Se han realizado decenas de estudios clínicos en humanos que han mostrado su seguridad y eficacia en múltiples enfermedades como cáncer, artritis, enfermedades cardiovasculares, úlcera gástrica, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, uveítis, vitíligo, psoriasis, diabetes, colecistitis, rectitis ulcerosa, prostatitis crónica, pancreatitis, arteriosclerosis, sida. En estas enfermedades la cúrcuma se ha utilizado sola o en combinación con otras sustancias como gemcitabina, docetaxel, prednisona, quercetin, pimienta, pantoprazol y acetilcisteína. En los estudios clínicos realizados, la curcumina ha sido utilizada en forma de polvo, cápsulas, tabletas, solución y nano partículas. Las dosis variaron entre 0,18 y 12 gramos por día. En algunas enfermedades la cúrcuma ha sido administrada conjuntamente con otras sustancias nutracéuticas como granada, catequinas de té verde, jengibre, etc.
Bio-disponibilidad y efectos secundarios de la cúrcuma.
La cúrcuma es muy poco soluble en agua y tiene vida media corta por lo que su biodisponibilidad es baja en el plasma y en los tejidos12. Los efectos secundarios incluso a dosis tan elevadas como 12 gramos por día durante muchos meses son leves y los más frecuentes son náuseas y diarrea. La baja solubilidad en agua de la curcumina es la responsable de su pobre absorción en el tubo digestivo. Para mejorar la baja bio-disponibilidad se han desarrollado varias estrategias. Para aumentar el nivel en plasma de la curcumina se administran sustancias que bloquean las enzimas que participan en su metabolización. La piperina presente en la pimienta negra aumenta la bio-disponibilidad de la cúrcuma en polvo 154% en ratas y 2000% en humanos (bloquea la enzima p450 y la UGT). El quercetin bloquea la enzima sulfotransferasa y el genistein bloquea la enzima alcohol deshidrogenasa. Otra forma de aumentar la bio-disponibilidad de la curcumina es a través de nano partículas, liposomas, complejos de fosfolípidos que prolongan la circulación en sangre, aumentan la solubilidad en agua, mejora el pasaje de las membranas y aumenta la resistencia a su metabolización. La encapsulación de la curcumina en nano partículas de polímeros ha mostrado los mismos efectos terapéuticos.
Productos con cúrcuma
Es una nueva y prometedora forma de extracto de curcumina. Es una mezcla de curcumina y aceites esenciales de raíz de cúrcuma. Los fabricantes sostienen que presenta una absorción 6 veces superior que la curcumina regular y que la permanencia en sangre es mayor. Sin embargo no contiene piperina por lo que se absorbe mejor si se consume con la comida y junto a pimienta negra. La cúrcuma debe ser ingerida con la comida y con algo de pimienta. En España el nombre comercial es Positiv.on® y contiene 500 mg de Bio-Curcumina. Existen en el mercado cápsulas de piperina para las personas que no la toleran en las comidas. Actualmente, en el National Institutes of Health de U.S.A existen 5 estudios clínicos registrados utilizando BCM-95® en humanos. En dos de ellos se analizan los resultados en pacientes con cáncer de próstata y en un estudio, pacientes con artritis, quimioterapia y esclerosis múltiple respectivamente.
Referencias:
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