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Impotencia sexual

Autor: Dr Gilberto E. Chéchile Toniolo. INSTITUTO MEDICO TECNOLOGICO. PROSTATE INSTITUTE. BARCELONA

La disfunción eréctil (DE) es la incapacidad para mantener una erección que permita el acto sexual. Algunos médicos usan el término de «disfunción eréctil» para diferenciarla de otros problemas que afectan la relación sexual como son la falta de deseo sexual o los problemas de la eyaculación.

Dentro del nombre de impotencia se agrupan un amplio abanico de alteraciones que varía entre la incapacidad total para tener una erección hasta los que casos que tienen erección pero que se mantiene poco tiempo o que no tiene la suficiente fuerza como para realizar la penetración.

Generalmente la impotencia tiene una causa física como son una enfermedad, lesión traumática (cirugía) o el efecto indeseable de algún medicamento. Cualquier lesión que altere la llegada de sangre al pene, puede ocasionar impotencia. Se presenta con una frecuencia de 5% en los varones a los 40 años de edad hasta 15-25% en los de 65 años o más.

La impotencia sexual siempre puede ser tratada

¿Cómo se produce la erección?
El pene tiene dos cámaras cilíndricas que corren todo a lo largo del mismo que se llaman cuerpos cavernosos y que están formados por un tejido esponjoso que contiene músculo y unos espacios amplios por los que circula la sangre. Los cuerpos cavernosos están rodeados por una membrana rígida llamada túnica albugínea. Entre los dos cuerpos cavernosos se encuentra otro cilindro por el interior del cual pasa la uretra y que se llama cuerpo esponjoso. La erección comienza con la estimulación sensitiva o mental. Los estímulos desde los nervios localizados en el pene o desde el cerebro producen la relajación de los músculos que se encuentran en el cuerpo cavernoso. Esta relajación permite que la sangre entre en los cuerpos cavernosos y llene los espacios. La sangre produce presión en los cuerpos cavernosos, haciendo que estos se dilaten y se pongan rígidos. Cuando los músculos del cuerpo cavernosos se contraen, se detiene la entrada de sangre y el pene se pone blando. La falla en cualquiera de los pasos mencionados previamente producirá impotencia.
¿Qué produce la impotencia sexual?

Aproximadamente el 70% de los casos con impotencia presentan alguna de estas enfermedades: diabetes, insuficiencia de los riñones, alcoholismo crónico, esclerosis múltiple, arteriosclerosis o enfermedades de las arterias. Entre el 35 y 50 por ciento de los varones diabéticos presentan impotencia. Las operaciones por cáncer de vejiga o próstata también pueden producir impotencia al lesionar los nervios erectores (nervios de la erección) que se encuentran inmediatamente por detrás de la próstata y de la vejiga. Los medicamentos que pueden producir impotencia son: antidepresivos, tranquilizantes, anti ulcerosos (cimetidima, ranitidina, omeprazol), medicamentos para la tensión arterial, antialérgicos. Hasta 20% de los casos de impotencia pueden ser causados por factores psicológicos (stress, ansiedad, culpa, depresión, baja autoestima, miedo al fracaso sexual, etc.). Otras causas de impotencia son el tabaco o las alteraciones hormonales.

El examen físico puede mostrar alteración en la distribución del pelo lo que puede indicar problemas hormonales. La ausencia de los pulsos en las arterias femorales puede indicar problemas en las arterias. La incurvación del pene podría indicar la presencia de una enfermedad de Peyronie.

La impotencia producida por enfermedades sistémicas como la diabetes o la insuficiencia renal puede ser diagnosticada con una análisis completo de sangre y orina. En casos con escaso deseo sexual, se puede observar un descenso en la testosterona (hormona masculina). La confirmación de que estamos frente a una impotencia de causa orgánica y no psicógena se realiza con un test nocturno que mide la presencia de erecciones espontáneas durante el sueño. La presencia de erecciones normales con este test inclina el diagnóstico hacia una causa psicológica.

Una consulta psicológica es de gran importancia en la evaluación de estos pacientes.

¿Cómo se trata la disfunción eréctil?

Si la causa es psicológica requiere la realización de psicoterapia.

El tratamiento médico se inicia con los inhibidores de la 5 fosfo di esterasa (sildenafilo, tadalafilo, vardenafilo, tadalafilo).  Los efectos secundarios son cefaleas, dispepsia, mialgias (dolores musculares, visión borrosa.

En los casos que no responden a estos tratamientos se utilizan medicamentos directamente en la uretra (alprostadil) o pinchados directamente en el cuerpo cavernoso. SE requiere que los nervios cavernosos estén intactos. Los efectos secundarios son:   dolor en pene o uretra, priapismo.

Recientemente se han incorporado las ondas de choque lo que se mejora la función endotelial y se estimula la neo vascularización del pene. No produce complicaciones severas.

El Vacuum es un cilindro de plástico con sello de vacío con un anillo elástico que comprime la raíz de pene. Se efectúa un bombeo manual o eléctrico que produce presión negativa dentro del cilindro. La erección se produce por ingurgitación de los cuerpos cavernosos y glande con sangre venosa (hasta 30 minutos). En los casos que no responden a los tratamientos mencionados se debe colocar una prótesis de pene. Existen dos tipos de prótesis, las semi rígidas y las hidráulicas (hinchables) de 2 o de 3 componentes. Estas últimas reproducen más fielmente la función eréctil normal (flacidez/rigidez). Con ellas el porcentaje de satisfacción del paciente y de la pareja es de 92% y 96% respectivamente. En 5 y 30% de los casos a 5 y 10 años respectivamente se producen fallos mecánicos que obligan a cambiar alguno de los componentes de la prótesis.